viernes, 31 de julio de 2020

BALADA DE LA PRESENCIA DEL MAYOR LOCO

Salgo al campo, Las estrellas.
¿Por dónde andará el Mayor?

Salta un sapo de la yerba.
¿por dónde andará el Mayor?

Una culebra se arrastra.
¿Por dónde andará el Mayor?

Se enciende un tuco, se apaga.
¿Por dónde andará el Mayor?

Pasa un caballo sin nadie.
¿Por dónde andará el Mayor?

Una voz llama en el aire.
¿Por dónde andará el Mayor?

Cruje sin viento el molino.
¿Por dónde andará el Mayor?

Arde un velero en el río.
¿Por dónde andará el Mayor?

Ladra una garza. Y el sueño
anda sin sueño perdido.

¿Por dónde andará el Mayor?

RAFAEL ALBERTI
Baladas y canciones del Paraná

jueves, 30 de julio de 2020

CANCIÓN 6

Si yo estuviera cansado,
río grande, de la vida,
¿ qué no haría por perderme
por tus islas?

Sé de las islas del mar,
pero no sé de tus islas.
Las tuyas tienen caballos,
niñas azules las mías.

Dame un caballito overo
por una niña.

Si yo estuviera cansado,
río, tú me lo darías,
sé que tú me lo darías.

RAFAEL ALBERTI
Baladas y canciones del Paraná

miércoles, 29 de julio de 2020

BALADA QUE TRAJO UN BARCO

Las dríadas son las jacas
y los faunos los caballos.
(Un barco griego ha movido
los árboles del bañado.)

Paloma del Paraná,
vuela y vámonos.

Los pinos de la barranca
son los del Mediterráneo
Un viejo gaucho en el viento,
Sagitario.

Abeja del Paraná,
vuela y vámonos.

Ríe en chiripá Sileno,
borracho entre los naranjos.
Venus austral baila hoy
sobre un verde equivocado.

Estrella del Paraná
vuela y vámonos.

RAFAEL ALBERTI
Baladas y cancioneds del Paraná

martes, 28 de julio de 2020

CANCIÓN 5

Dí, río, ¿qué puedo ser
ante tí,
tan inmensamente grande ?

Y tú, río,
¿ qué puedes ser ante mí ?

Si fueras barco, te irías.
Si fuera barco, me iría.
¿ Qué quedaría de tí,
qué de mí ?

Solo estás y solo estoy.
Te miro. Me miras. Y,
tan inmensamente grande,
¿qaué puedo ser para tí ?

Adiós, río. Nunca digas
que me viste, que te ví.

RAFAEL ALBERTI
Baladas y canciones del Paraná

lunes, 27 de julio de 2020

BALADA DE LO QUE SUCEDIÓ EN LA COCINA DE LA QUINTA DEL MAYOR LOCO

La cocina estaba sola.
-Te voy a llevar conmigo.

La muchacha era del campo
y él del campo : campesinos.

La muchacha no quería.
-Casada, me iré contigo.

El fuego que los miraba
se puso más mortecino.

-Te voy a llevar conmigo.

La muchacha repetía:
-Casada, me iré contigo.

Murió el fuego. Y en lo oscuro
pasó un fuego repentino.

-Te voy a llevar conmigo.

La cocina se abrió, muda.
La sangre hablaba, hacia el río.

RAFAEL ALBERTI
Baladas y canciones del Paraná

domingo, 26 de julio de 2020

CANCIÓN 4

Los barcos pasan tan cerca
de la orilla,
que bien pudieran llevarse
una rama de los sauces
de la orilla.

Está tan cerca la orilla,
que si los barcos quisieran
también pudieran llevarse
un caballo de la orilla.

¡ Qué bien estar a la orilla
de esta orilla
en donde pueden los barcos
si es que los barcos quisieran,
llevarse al mar un caballo,
una rama de los sauces
y la orilla !

RAFAEL ALBERTI
Baladas y canciones del Paraná


sábado, 25 de julio de 2020

CANCIÓN 3

Aquí si hubiera sido
caballo, sólo caballo
junto al río.

Es tanta la soledad
del hombre y tan grande el río,
que aquí si yo hubiera sido
caballo, sólo caballo
junto al río.

Ser como piedra encendida
del viento y pacer dormido
sobre el bañado del río,
junto al río.

De pronto, un relincho largo
y un galopar infinito,
para seguir siendo piedra
del viento y pacer dormido
del otro lado del río,
junto al río.

RAFAEL ALBERTI
Baladas y canciones del Paraná

viernes, 24 de julio de 2020

CANCIÓN 2

En horizontes tan largos,
me soplan los aires cortos,
los aires de pies ligeros,
los aires finos,
de pies quebrados.

Vuelvan a mí, siempre ágiles,
veloces, tenues, livianos.
Nada pesa, suspendido.
Vuela el árbol.
El bañado está en el aire,
por el aire los caballos.
El río pende del cielo.
Y todo el campo.
El hombre, un pájaro apenas.
Y la mujer, un vilano.
(Apenas casi un vilano)

Para cantar lo que el aire
lleva casi sin llevarlo,
volved a mí, finos aires,
los aires cortos, ligeros,
de pies quebrados.

RAFAEL ALBERTI
Baladas y canciones del Paraná

jueves, 23 de julio de 2020

BALADA DE LA SOMBRA DEL MAYOR LOCO

Pos aquí soñó la sombra
del Mayor.

Era nocturna la sombra
del Mayor.

Con la espada mataba
las serpientes el Mayor.

Y por dos veces su esposa
quiso matar al Mayor.

Un rifle secreto un día
de viento inventó el Mayor.

Otro, la puerta que daba
al campo tapió el Mayor.

Y otro, desaparecía,
sombra en el viento, el Mayor.

RAFAEL ALBERTI
Baladas y canciones del Paraná

miércoles, 22 de julio de 2020

CANCIÓN 1

¡ Bañado del Paraná !
Desde el balcón mira un hombre
el viento que viene y va.

Ve las barracas movidas
del viento que viene y va.

Los caballos como piedras
del viento que viene y va.

Los pastos, como mar verde
del viento que viene y va.

El río, com o ancha cola
del viento que viene y va.

Los barcos, como caminos
del viento que viene y va.

El hombre, como la sombra
del vien to que viene y va.

El cielo, como morada
del viento que viene y va.

Ve lo que mira y mirando
ve sólo su soledad.

RAFAEL ALBERTI
Baladas y can ciones del Paraná

martes, 21 de julio de 2020

RETORNOS DEL ÁNGEL DE SOMBRA

A veces, amor mío, soy tu ángel de sombra.
Me levanto de no sé qué guaridas,
fulmíneo, entre los dientes
una espada de filos amargos, una triste
espada que tú bien, mi pobre amor, conoces.
Son los días oscuros de la furia, las horas
del despiadado despertar, queriéndote
en medio de las lágrimas subidas
del más injusto y dulce desconsuelo.
Yo sé, mi amor, de dónde esas tinieblas
vienen a mí, ciñéndote, apretándome
hasta hacerlas caer sobre tus hombros
y doblarlos, deshechos como un río.
¿Qué quieres tú, si a veces, amor mío, asó soy,
cuando en las imborrables piedras pasadas, ciego,
me destrozo y batallo por romperlas,
por verte libre y sola en la luz mía?

Vencido siempre, aniquilado siempre,
vuelvo a la calma, amor, a la serena
felicidad, hasta ese oscuro instante
en que de nuevo bajo a mis guaridas
para erguirme otra vez tú angel de sombra.

RAFAEL ALBERTI

lunes, 20 de julio de 2020

RETORNOS DEL AMOR EN MEDIO DEL MAR

Esplendor mío, amor,
inicial de mi vida,
quiero decirte toda la belleza,
aquí, en medio del mar, cuando voy en tu busca,
cuando tan sólo puedo compararte
con la hermosura tibia de las olas.
Es tu cabeza un manantial de oro,
una lluvia de espuma dorada que me enciende
y lleva a navegar al fondo de la noche.
Es tu frente la aurora con dos arcos
por los que pasan dulces esos soles
con que sueñan al alba los navíos.
¿ Qué decir de tu boca y tus orejas,
de tu cuello y tus hombros si el mar esconde conchas,
corales y jardines sumergidos
que quisiersan al soplo
de las alas del sur ser como ellos?
Son tus costados como dos lejanas
bahías en reposo
donde al son de tus brazos sólo canta
el silencio de amor que las rodea.
Triste es hablar, cuando se está distante,
de los golfos de sombra, de las islas
que llaman al marino que los siente
pasar, sin verlos, fuera de su ruta.
Amor mío, tus piernas son dos playas,
dos médanos tendidos que se elevan
con un rumor de juncos si no duermen.
Dame tus pies pequeños para andarte,
para sentirte todas tus riberas.
Voy por el mar, voy sobre tí, mi vida,
sobre tu amor, hacia tu amor, cantando
tu belleza más bella que las olas.

RAFAEL ALBERTI

domingo, 19 de julio de 2020

RETORNOS DEL AMOR EN LA NOCHE TRISTE

Ven, amor mío, ven, en esta noche
sola y triste de Italia. Son tus hombros
fuertes y bellos los que necesito.
Son tus preciosos brazos, la largura
maciza de tus mislos y ese arranque
de pierna, esa compacta
línea que te rodea y te suspende,
dichoso mar, abierta playa mía.
¿Cómo decirte, amor, en esta noche
solitaria de Génova, escuchando
el corazón azul del oleaje,
que eres tú la que vienes por la espuma?
Bésame, amor, en esta noche triste.
Te diré las palabras que mis labios,
de tanto amor, mi amor, no se atrevieron.
Amor mío, amor mío, es tu cabeza
de oro tendido junto a mí, su ardiente
bosque largo de otoño quien me escucha.
Óyeme, que te llamo, Vida mía,
sí, vida mía, vía mía sola.
¿De quién más, de quién más si solamente
puedo ser yo quien te cante a tus oídos,
vida, vida, mi vida, vida mía?
¿Qué soy sin tí, mi amor? Dime qué fuera
sin ese fuerte y dulce muro blando
que me da luz cuando me da la sombra,
sueó, cuando se escapa de mis ojos.
Yo no puedo dormir. ¡Cuántas auroras,
oscuras, braceando en las tinieblas,
sin encontrarte, amor! ¡Cuantos amargos
golpes de sal, sin tí, contra mi boca!
¿Dónde estás? ¿Dónde estás? Dime, amor mío.
¿Me escuchas? ¿No me sientes
llegar como una lágrima llamándote,
por encima del mar, en esta noche?

RAFAEL ALBERTI

sábado, 18 de julio de 2020

CANCIONCILLA SERRANA

Morenita de Ronda,
¡ amor mío !

(Bajo la peña
corre el río )

Morenila de Ronda,
¡ doncella !

Es de noche, no hay gente
por la carretera.

Jamás iré a besartge.
Tú me estás esperando.

(Yo soy para otros labios.)

Olvídame en el pueblo
del aire y de la roca.

¡Oh morenita de Ronda !

Poemas del Cante Jondo
Canciones
FEDERICO GARCÍA LORCA

viernes, 17 de julio de 2020

RETORNOS DEL AMOR FUGITIVO EN LOS MONTES

Era como una isla de Teócrito. Era
la edad de oro de las olas. Iba
a alzarse Venus de la espuma. Era
la edad de oro de los campos. Iba
Pan nuevamente a repetir su flauta
y Priapo a verterse en los jardines.
Todo era entonces. Todo entonces iba.

Iba el amor a ser dichoso. Era
la juventud con cinco toros dentro.
Iba el ardor a arder en los racimos.
Era la sangre un borbotón dce llamas.
Era la paz para el amor. Venía
la edad de oro del amor. Ta era.

Pero en la isla aparecieron barcos
y hombres armados en las playas. Venus
no fue alumbrada por la espuma. El aire
en la flauta de Pan se escondió, mudo.
Secas, las flores sin su dios murieron
y el amor, perseguido, huyo a los montes.

Allí labró su cueva, como errante
hijo acorralado ded una mar oscura,
entre el mortal y repetido estruendo
que la asustada Eco devolvía.

Agujas rotas de los parasoles
pinos le urdieron al amor su lecho.
Fieras retamas, mustias madreselvas,
rudos hinojos y áridos tomillos
lo enguirnaldaron en la ciega noche.
Y aunque, lengua de fuego, el aire aullara
alrededor, la tierra, oh, sí, la tierra
no le fue dura, sin embargo, al sueño
del fugitivo amor entre los montes.

La edad de oro del amor venía,
pero en la isla aparecieron barcos.....

RAFAEL ALBERTI

jueves, 16 de julio de 2020

RETORNOS DEL AMOR EN LOS VIVIDOS PAISAJES

Creemos, amor mío, que aquellos paisajes
se quedaron dormidos o muertos con nosotros
en la edad, en el día en que los habitamos;
que los árboles pierden la memoria
y las noches se van, dando al olvido
lo que las hizo hermosas y tal vez inmortales.

Pero basta el más leve palpitar de una hoja,
una estrella borrada que respira de pronto
para vernos los mismos alegres que llenamos
los lugares que juntos nos tuvieron.
Y así despiertas hoy, mi amor, a mi costado,
entre los groselleros y las fresas ocultas
al amparo del firme corazón de los bosques.
Allí está la caricia mojada de rocío,
las briznas delicadas que refrescan tu lecho,
los silfos encantados de ornar tu cabellera
y las altas ardillas misteriosas que llueven
sobre tu sueño el verde menudo de las ramas.

Sé feliz, hoja, siempre: nunca tengas otoño,
hoja que me has traído
con tu temblor pequeño
el aroma de tanta ciega edad luminosa.
Y tú, mínima estrella perdida que me abres
las íntimas ventanas de mis noches más jóvenes,
nunca cierres tu lumbre
sobre tantas alcobas que al alba nos durmieron
y aquella biblioteca con la luna
y los libros aquellos dulcemente caídos
y los montes afuera desvelados cantándonos.

RAFAEL ALBERTI

miércoles, 15 de julio de 2020

RETORNOS DEL AMOR EN UNA NOCHE DE VERANO

A tientas el amor, a ciegas en lo oscuro,
tal vez entre las ramas, madura, alguna estrella,
vuelvo a sentirlo, vuelvo,
mojado de la escarcha caliente de la noche,
contra el hoyo de mentas tronchadas y tomillos.
Es él, único, solo, lo mismo que mi mano,
la piel desparramada de mi cuerpo, la sombra
de mi recién salido corazón, los umbrosos
centros más subterráneos de mi ser lo querían.

Vuelve único, vuelve
como forma tocada nada más, como llena
palpitación tendida cubierta de cabellos,
como sangre enredada en mi sangre, un latido
dentro de otro latido solamente.

Mas palabras, ¿dónde?
Las palabras no llegan. No tuvieron espacio
en aquel agostado nocturno, no tuvieron
ese mínimo aire que media entre dos bocas
antes de reducirse a un clavel silencioso.

Pero un aroma oculto se desliza, resbala,
me quema un desvelado olor a oscura orilla.
Alguien está prendiendo por la yerba un murmullo.
Es que siempre en la noche del amor pasa un río.

RAFAEL ALBERTI

martes, 14 de julio de 2020

RETORNOS DEL AMOR EN LOS BOSQUES NOCTURNOS

¡Son los bosques, los bosques que regresan! Aquellos
donde el amor, volcado, se pinchaba en las zarzas
y era como un arroyo feliz, encandecido
de pequeñas estrellas de dulcísima sangre.

Los bosques de la noche, con el amor callado,
sintiendo solamente el latir de las hojas,
el profundo compás de los pechos hundidos
y el temblor de la tierra y el cielo en las espaldas.

¡Qué consuelo sin nombre no perder la memoria,
tener llenos los ojos de los tiempos pasados,
de las noches aquellas en que el amor ardía
como el único dios que habitaba en los bosques!

RAFAEL ALBERTI

lunes, 13 de julio de 2020

RETORNOS DEL AMOR EN LAS DUNAS RADIANTES

¡Oh, vuelve, sí, retorna la de aquellas mañanas
radiantes de los médanos,
la desnuda y caliente de las solas arenas,
como un ancho oleaje de espuma revolcada,
de enfurecido sol siempre agitado!

¡Oh, sí, vuelve, retorna como entonces, tendida,
con tus rubios cabellos de ángel entre los pechos,
con tus dulces declives resbalando
hacia las más rizadas penumbras sumergidas!

¡Oh, ser joven, ser joven, ser joven! No te vayas,
vuelve, vuelve, retorna, retorna a mí esta tarde,
en estas solitarias dunas donde las olas
rompen con los perfiles de tus hondos costados,
donde el batido mar tiende piernas azules,
mece labios que cantan
y brazos ya nocturnos que me ciñen y llevan.

RAFAEL ALBERTI

domingo, 12 de julio de 2020

RETORNOS DEL AMOR ANTE LAS ANTIGUAS DEIDADES

Soñarte, amor, soñarte como entonces,
ante aquellas Dianas desceñidas,
aquellas diosas de robustos pechos
y el viento impune entre las libres piernas.

Tú eras lo mismo, amor. Todas las Gracias,
igual que tres veranos encendidos,
el levantado hervor de las bacantes,
de carrera bullente de las ninfas,
esa maciza flor de la belleza
redonda y clara, poderosamente
en ti se abría, en tí también se alzaba.

Soñarte como entonces, sí, soñarte
ante aquellas fundidas alamedas,
jardín de Amor en donde la ancha Venus,
muslos dorados, vientre pensativo,
se baña en el concierto de la tarde.

Soñarte, amor, soñarte, oh, sí, soñarte
la idéntica de entonces, la surgida
del mar y aquellos bosques, reviviendo
en tí el amor henchido, sano y fuerte
de las antiguas diosas terrenales.

RAFAEL ALBERTI

sábado, 11 de julio de 2020

RETORNOS DEL AMOR EN UNA AZOTEA

Poblado estoy de muchas azoteas.
Sobre la mar se tienden las más blancas,
dispuestas a zarpar al sol, llevando
como velas las sábanas tendidas.
Otras dan a los campos, pero hay una
que sólo dá al amor, cara a los montes.
Y esa es la que siempre vuelve.

Allí el amor peinaba sus geranios,
conducía las rosas y jazmines
por las barandas y en la ardiente noche
se deshacía en una fresca lluvia.

Lejos, las cumbres, soportando el peso
de las grandes estrellas, lo velaban.
¿Cuándo el amor vivió más venturoso
ni cuándo entre las flores
recién regadas fuera
con más alma en la sangre poseído?

Subía el silbo de los trenes. Tiemblos
de farolillos de verbena y músicas
de los kioskos y encendidos árboles
remontaban y súbitos diluvios
de cometas veloces que vertían
en sus ojos fugaces resplandores.

Fue la más bella edad del corazón. Retorna
hoy tan distante en que la estoy soñando
sobre este viejo tronco, en un camino
que no me lleva ya a ninguna parte.

RAFAEL ALBERTI

viernes, 10 de julio de 2020

ESFERA TERRESTRE

¿ Ni el raptor de las ondas
Ni el amoroso naúfrago
Te aliviarán, mar sabio
Que entre curvas te combas ?

Incorruptibles curvas
Sobre el azul perfecto,
Que niega a los deseos
La aparición de espuma.

¡Forma del mediodía,
Qué universal! Las ondas
Refulgentes desdoblan
La luz en luz y brisa.

Y la brisa resbala
-infante marinero,
Rmbo si, mas no peso-
Entre rigor de rayas

Que al mediodía ciñen
De exactirud. ¡ Desierta
Refulgencia ! La esfera,
Tan astracta, se aflige.

JORGE GUILLÉN

jueves, 9 de julio de 2020

NIÑO

Claridad de corriente,
Círculos de la rosa,
Enigmas de la nieve :
Aurora y playa en conchas.

Máquina turbulenta,
Alegrías de luna
Con rigor de paciencia :
Sal de la onda bruta.

Instante sin historia,
Tercamente colmado
De mitos entre cosas:
Mar sólo con sus pájaros.

Si rica tanta gracia,
Tan sólo gracia, siempre
Total en la mirada:
Mar, unidad presente.

Poeta de los juegos
Puros sin intervalos,
Divino, sin ingenio :
¡ El mar, el mar intacto !

JORGE GUILLÉN

miércoles, 8 de julio de 2020

LOS NOMBRES

Albor. El horizonte
Entreabre sus pestañas
Y empieza a ver. ¿Qué? Nombres.
Están sobre la pátina

De las cosas. La rosa
Se llama todavía
Hay rosa, y la memoria
De su tránsito, prisa,

Prisa de vivir más.
A largo amor nos alce
Esa pujanza agraz
Del instante, tan ágil

Que en llegando a su meta
Corre a imponer Después.
Alerta, alerta, alerta,
Yo seré, yo seré.

¿Y las rosas? Pestañas
Cerradas: horizonte
Final. ¿Acaso nada?
Pero quedan los nombres.

JORGE GUILLÉN

martes, 7 de julio de 2020

RETORNOS DEL AMOR TAL COMO ERA

Eras en aquel tiempo rubia y grande,
sólida espuma ardiente y levantada.
Parecías un cuerpo desprendido
de los centros del sol, abandonado
por un golpe de mar en las arenas.

Todo era fuego en aquel tiempo. Ardía
la playa de tu contorno. A rutilantes
vidrios de luz quedaban reducidos
las algas, los moluscos y las piedras
que el oleaje contra tí mandaba.

Todo era fuego, exhalación, latido
de onda caliente en ti. Si era una mano
la atrevida o los labios, ciegas ascuas,
voladoras, silbaban por el aire.
Tiempo abrasado, sueño consumido.

Yo me volqué en tu espuma en aquel tiempo.

RETORNOS DE LO VIVIDO LEJANO
RAFAEL ALBERTI

lunes, 6 de julio de 2020

RETORNOS DEL AMOR EN LOS BALCONES

Ha llegado ese tiempo en que los años,
las horas, los minutos, los segundos vividos
se perfilan de tí, se llenan de nosotros,
y se hace urgente, se hace necesario,
para no verlos irse con la muerte,
fijar en ellos nuestras más dichosas,
sucesivas imágenes.


¿Dónde estás hay, en dónde te contemplo,
en que roca, en qué mar, bajo qué bosque,
o en qué penumbra de estivales sábanas
o en qué calientes, nórdicas alcobas?

Ha pasado la siesta dulce de los azules
que la ancha isla nos tendió en el sueño.
Venus casi dormida aún, te asomas
al íntimo refugio de los barcos
y toda tú ya cantas como un puerto
amoroso de velas y de mástiles.

Tus cabellos tendidos vuelan de los balcones
a entedarse en la trama delgada de las redes,
a poner banderines en los palos más altos
y un concierto de amor en los marinos aires.

Luego, cuando al poniente retornan silenciosos,
blancos de sales y alas de gaviotas,
pongo en tu corazón desnudo mis oídos
y escucho el mar y aspiro el mar que fluye
de tí y me embarco hacia la abierta noche.

RETORNO DE LO VIVO LEJANO
RAFAEL ALBERTI

domingo, 5 de julio de 2020

RUEDA QUE IRÁS MUY LEJOS

Rueda que irás muy lejos.
Ala que irás muy alto.
Torre del día. niño.
Alborear del pájaro.

Niño: ala, rueda, torre.
Pie.Pluma. Espuma. Rayo.
Ser como nunca ser.
Nunca serás en tanto.
Eres mañana. Ven
con todo de la mano.
Eres mi ser que vuelve
hacia su ser más claro.
El universo eres
que guía esperanzado.

Pasión del movimiento,
la tierra es tu caballo.
Cabálgala. Domínala.
Y brotará en su casco
su piel de vida y muerte,
de sombra y luz, piafando.
Asciende. Rueda. Vuela,
creador del alba y mayo.
Galopa. Ven. Y colma
el fondo de mis brazos.

El silbo del dale.
Antología
MIGUEL HERNÁNDEZ

sábado, 4 de julio de 2020

LLEGÓ CON TRES HERIDAS

Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.

Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.

Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.

El silbo del dale
Antología
MIGUEL HERNÁNDEZ

viernes, 3 de julio de 2020

TERCERA PARTE

Querer, querer, querer,
ésa fue mi corona,
ésa es.

El silbo del dale
Antología
MIGUEL HERNÁNDEZ

jueves, 2 de julio de 2020

ACEITUNEROS





ACEITUNEROS (Fragmento)

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?

No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.

Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.

El silbo del dale.
MIGUEL HERNÁNDEZ

miércoles, 1 de julio de 2020

VIENTOS DEL PUEBLO ME LLEVAN

VIENTOS DEL PUEBLO ME LLEVAN (Fragmento)

Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me avientan la garganta.

El silbo del dale
Antología
MIGUEL HERNÁNDEZ


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