Ayer soñé que veía
a Dios y que Dios me hablaba;
y soñé que Dios me oía....
Después soñé que soñaba.
Cosas de hombres y mujeres,
los amoríos de ayer,
casi los tengo olvidados,
si fueron alguna vez.
ANTONIO MACHADO
Ayer soñé que veía
a Dios y que Dios me hablaba;
y soñé que Dios me oía....
Después soñé que soñaba.
Cosas de hombres y mujeres,
los amoríos de ayer,
casi los tengo olvidados,
si fueron alguna vez.
ANTONIO MACHADO
El casca-nueces vacías,
Colón de cien vanidades,
vive de supercherías
que vende como verdades.
¡Teresa, alma de fuego,
Juaqn de la Cruz, espíritu de llama,
por aquí hay mucho frío, padres, nuestros
corazoncitos de Jesús se apagan!
ANTONIO MACHADO
¡Ah, cuando yo era niño
soñaba con los héroes de la Ilíada!
Ayax era más fuerte que Diomedes,
Héctor, más fuerte que Ayax,
y Aquiles el más fuerte; porque era
el más fuerte..... ¡Inocencias de la infancia!
¡Ah, cuando yo era niño
soñaba con los héroes de la Ilíada!
ANTONIO MACHADO
El hombre es por natura la bestia paradójica,
un animal absurdo que necesita lógica.
Creó de nada un mundo y, su obra terminada,
"Ya estoy en el secreto -se dijo-, todo es nada ".
El hombre sólo es rico en hipocresía.
En su diezmil disfraces para engañar confía;
y con la doble llave que guarda su mansión
para la ajena hace ganzúa de ladrón.
ANTONIO MACHADO
Virtud es la alegría que alivia el corazón
más grave y desarruga el ceño de Catón.
El bueno es el que guarda, cual venta del camino,
para el sedfiento el agua, para el borracho el vino.
Cantad conmigo a coro: Saber, nada sabemos,
de arcano mar venimos, a ignota mar iremos....
Y entre los dos misterios está el enigma grave;
tres arcas cierra una desconocida llave.
La luz nada ilumina y el sabio nada enseña.
¿Qué dice la palabra? ¿Qué el agua de la peña?
ANTONIO MACHADO.
¡Ojos que a la luz se abrieron
un día para, después,
ciegos tornar a la tierra,
hartos de mirar sin ver!
Es el mejor de los buenos
quien sabe que en esta vida
todo es cuestión de medida:
un poco más, algo menos.....
ANTONIO MACHADO
La mano del piadoso nos quita siempre el honor;
mas nunca ofende al darnos la mano el lidiador.
Virtud es fortaleza, ser bueno es ser valiente;
escudo, espada y maza llevar bajo la frente;
porque el valor honrado de todas armas viste:
no sólo para, hiere, y más que aguarda, embiste.
Que la piqueta arruine y el látigo flagele;
la fragua ablande el hierro, la lima pula y gaste,
y que el buril burile, y que el cincel cincele,
la espada punce y hienda y el gran martillo aplaste.
ANTONIO MACHADO