sábado, 24 de septiembre de 2011

SÍNTOMAS DE RABIA

Pues siñor, no hay más rimedio
que tratar de la hidrofobia
u séase de la rabia,
enfermedá contagiosa
que prencipia por los perros
y acaba por las presonas
sin reparar en edades
ni en si flacas u gordas
y contra la cual no sirven
dotores ni comadronas,
porque la cencia medica
no sabe de ella ni jota,
a pesar de que hace tiempo
que se calientan la chola
medicos y cerujanos,
que han sacau muy güenas notas,
por averiguar su origen
y causas que la ocasionan.
Hay quien dice que el primero
que rabió jué el SURSUN CORDA.
Otros, que el primer alcalde
que se nombró en Zaragoza;
y algunos, que se las echan
de estruidos, se remontan
a los tiempos de San Roque,
santo que nenguno inora
que es abogau de la peste
y el inventor de las bolas
contra los perros rabiosos,
que ya se han pasau de moda
pues hoy es más iligante
ir a cazalos con sogas
y metelos en un cuarto
pa asfisiarlos con polvora
hasta que a los concejales
se les ocurra otra cosa.
Dejando a un lau si jué Maura
el día de su redota
u jué Judas Iscariote
u el arzobispo de Andorra
el primero que en el mundo
se vió atacau de hidrofobia,
lo importante pal publico
en no meterse en historias
y prevenirse contra esa
enfermedá peligrosa,
que ataca pencipalmente
a los casaus y a las mozas
que no puén encontrar novio
por ser chatas u garrosas.
Cuando se hallan en visperas
de enrabiarse las presonas
se les conoce aseguida
por los siguientes sintomas:
Flojedá en los entestinos,
en las glandulas mucosas
y en la parte del abdomen
más proxima a la cocota.
Mucho dolor de cabeza
( si hay críos en casa y lloran).
Perdida del apetito,
que tan sólo lo recobran
cuando se les dan costillas
en vez de habas u zanorias.
Deseos de suicidarse
y de arrimale dos tortas
al que les pide dinero
u les debe alguna cosa.
No puén dormir por las noches,
sobre tó si sus siñoras
son de esas que mientras duermen
arrean coces y roncan.
A los veinticuatro días
de enfermar, se les tranforma
el cutis y se les pela
completamente la chola,
lo cual que, miraus de espaldas,
paice que llevan corona.
Dende ese instante prencipia
la verdadera hidrofobia
y muerden a tó el que encuentran
y asi asisten a una boda
promueven un escandalo
durante la cirimonia
y en cuanto se escuida el novio
le dan un pizco a la novia.
Cuando llegan a ese extremo
no hay melicinas ni drogas
pa salvalos de la muerte,
pues a las dos u tres horas
se les ponen las narices
lo mesmo que una algachofa
y se les nubla el celebro
y se les seca la boca
y rivientan como un güete
dimpués de golverse idiotas,
sigún comprueba el medico
cuando les hace la autosia.
Pa evitar esos trastornos
que la enfermedá ocasiona
hay que tomar las siguientes
precauciones cautelosas.
No tener en casa perros,
ratas, gatos ni cotorras,
por ser esos animales
propensos a la hidrofobia,
como lo son las porteras,
y las viudas renegonas.
No comer tomates crudos,
ni atracarse de gasiosa,
ni enfurecerse si alguno
les hace un siete en la ropa
u les empenta en la calle
por gastales una groma.
No dormir sin calzoncillos,
ni aproximarse a las mozas,
ni fumar puros habanos
si no los fuman de gorra.
Acostarse tempranico,
lavase bien con esponja,
comprar un filtro pal agua
si viven en Zaragoza
y tapase los oídos
si a un amigo se le antoja
hablar de lo que no entiende
u prenunciar palabrotas
de esas que, por lo ofensivas,
los dicionarios no copian.
Con esto y con no hospedarse
pa las fiestas en las fondas,
ni juar al mus, ni a otros juegos
que la taba u la guingorria,
pué uno pasar el verano
sin peligro a que le coja
el microbio de la rabia
que está, como las viboras,
asperando a que uno pase
pa punzale con la coda
y metése en los güesos
u en cualquier parte alicuota.

ALBERTO CASAÑAL SHAKERY
De Utebo a Zaragoza y, Fruta de Aragón

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