sábado, 18 de febrero de 2012

OIGA, DOCTOR

Oiga, doctor,
devuélvame mi depresión,
¿ no ve que mis amigos se apartan de mí?
Dicen que no se puede consentir
esa sonrisa idiota.
Oiga, doctor,
que no escribo una nota
desde que soy feliz.

Oiga, doctor,
devuélvame mi rebeldía,
ahora que a la carta ceno cada día
y viajo con América Express,
alguna de las cosas,
oiga, doctor,
que imaginaba odiosas,
¿ sabe que están muy bien?

Oiga, doctor,
esta vez le falló la acupuntura,
¿ acaso no le pago las facturas?
Déjeme como estaba, por favor.
Oiga, doctor,
a ver si tengo cura, sólo quiero ser yo
y ahora parezco mi caricatura.

Oiga, doctor,
devuélvame mi fracaso,
¿ no vé que yo cantaba la marginación?
Devuélvame mi odio y mi pasión.
Doctor, hágame caso,
quiero volver
a ser aquel payaso
con alas en los pies.

Oiga, doctor,
devuélvame mi excitación,
llevo ya cinco meses sin una erección.
Incluso en el gimnasio me instribí
pero no me curaron,
oiga, doctor,
cada miembro me hincharon
menos el viril.

Oiga, doctor,
esta vez le falló la acupuntura,
¿ acaso no le pago las facturas?
Déjeme como estaba, por favor.
Oiga, doctor,
que ya no se me empina
desde que me mandó
tener cuidado con la nicotina.

Oiga, doctor,
esta vez le falló la acupuntura,
¿ acaso no le pago las facturas?
Déjeme como estaba, por favor.
Oiga, doctor,
nada de disimulos,
la cumbre se me está
clavando por momentos en el culo.


JOAQUÍN SABINA
Hotel, dulce Hotel 1987



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