viernes, 12 de noviembre de 2010

CANAL IMPERIAL DE ARAGÓN









El Canal Imperial de Aragón una de las obras hidraúlicas más importantes de Europa, es un canal de riego y de navegación construido en el último tercio del siglo XVIII entre Fontellas(Navarra) y Zaragoza. Su construcción tenía por objeto mejorar el regadío de la antigua Acequia Imperial de Aragón, llevando el agua del río Ebro hasta Zaragoza y permitiendo extender el regadío en la ciudad.Así mismo estableció un servicio de transporte de viajeros entre Tudela y Zaragoza.

El plan fué diseñado durante la Ilustración para construir canales en España a semejanza de Inglaterra y Francia.Según este plan, el Canal proyectado en el siglo XVIII, tenía dos aspiraciones:

1) Salvar los meandos y azudes del tramo medio del Ebro, haciéndolo navegable, el Ebro se comunicaría con el océano Atlántico por los ríos Zadorra y Deva (Guipúzcoa) o bien por Laredo(Cantabria), con el Duero por el Canal de Castilla, y con el Mediterráneo por el Canal de Amposta.

2) La vieja idea aragonesa de conseguir una salida al mar que le permitiera exportar directamente sus productos, principalmente agrícolas.

De todo este proyecto, sólo se llevó a cabo una parte, con cuantiosas inversiones y obras adicionales, realizadas principalmente por Ramón de Pignatelli y Moncayo, por orden del conde de Floridablanca entre 1776 y 1790, quien en esos años acabó el gran acueducto del Jalón, el cauce hasta Zaragoza, el puerto de Miraflores, las principales dependencias de la empresa, el azud del Bocal, multitud de puentes y almenaras, las esclusas y molino de Casablanca, y siete esclusas más para la navegación aguas abajo.

La traída del agua a Zaragoza por el Canal Imperial tuvo como consecuencia principal una reforma agraria llevada a cabo también por Pignatelli.Su incidencia social se produjo gracias a la ampliación de la extensión del riego que permitió a todos asegurar y regularizar las cosechas evitando las crisis de subsistencia o de alimentos, muy corrientes en la época.También permitió poner cultivo y repartir tierras.

En cuanto a la navegación, el otro objeto del Canal, nunca se cumplió plenamente ya que el cauce no se alargó más allás de Zaragoza.En el siglo XIX se intentó prolongar el cauce hasta Tudela y construir esclusas en Zaragoza para comunicarlo con el Ebro, pero esta idea por los altos costes, no llegó a realizarse.

La navegacón del Canal, que ha perdurado hasta hace poco, gue establecida por Pignatelli. Comenzó a funcionar en 1789 y ofreció servicio de transporte de mercancías y viajeros. La existencia de aduana entre Navarra y Aragón dificultó el tráfico interrregional de mercancías; no obstante, el Canal cumplió con efectividad su mermado papel de vía de comunicación comarcal.El tráfico alcanzó un cierto volumen en los últimos años del siglo XVIII pero quedó cortado a causa de la guerra de la Independencia.

La Fuente de los Incrédulos conmemora la llegada a Zaragoza de las aguas del Canal Imperial de Aragón.

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